Refrescante, lúcido, sorprendente, apañado, caracolizante, reflexivo, apasionado, contemplativo, pausado, frenético, colifloresco... mi mundo y yo.

Zúhmántico: Se dice de aquella persona, ser o cosa enamorada de la vida, capaz de transformar momentos y situaciones vividas en simples y exiguas palabras y con la habilidad de ver el doble sentido de toda frase, comúnmente conocidos como romanticones.

Actualmente trabajando en esto: Zúh Malheur Bonheur.

Un ser bípedo, gracioso, crítico, osado, amoroso cuando se deja, con un montón de cosas por decir y con un contenido sentido de la austeridad verbal.


10 mar 2013

Me hiciste débil, más de lo que ya era

Es a las doce cuando noto que mi cuerpo se despierta de su profundo sueño. Las horas se precipitan ágiles, como arena dorada enfrascada en un recipiente de porcelana. El espacio que me rodea es inmenso, sin embargo, me oprime igual que cuatro paredes de ladrillo gélidas y opacas.

No es justo que modifiques mi realidad, como si se tratase de un experimento. Mis pasos eran difíciles de seguir hasta que encontraste la forma de imitarlos. Mi sombra se amedrentaba, avergonzada y diminuta bajo la sofocante horda de rayos solares, mientras la tuya crecía hasta evolucionar a un gólem etéreo.

Suenan las trompetas del último juicio en el silencio de la última estocada de Miguel Ángel. Sus lanzas de fuego penetran mi cuerpo atravesando la carne con una facilidad extrema. Tu canto no tiene melodía, no tiene forma, no puede ser escuchado, aunque sí puede ser oído. No asimilo qué necesidad tiene él de dañarme, como si fuera un maniquí de frágil cristal. Pobre el desgraciado que creyó que podría vencerte a ti que eres invencible.

Me siento tan dócil, como la fiera del Hades que acabó siendo domesticada, igual que la estrella de un circo que luego reza su premio. Me has encerrado en tu vasija, y has hecho de mí lo que tú querías que fuera. Acabé dedicando mi vida a la tuya, poniendo mis rodillas al servicio de tus talones. La caja de música encierra sonidos y movimientos en forma de cadenas de agua sobre el océano eterno. Mi corazón permanece en el centro de esa cadena interminable.

Libérame de tu tortura. Sácame de este universo inestable y demencial, donde las ramas de los árboles te arrastran al olvido y te sedan con su deliciosa caricia. Desata mis manos, aleja las dudas. No me toques y desaparece. No sigas mi paso, ni escrutes mis pesadillas. Me he vuelto tan débil por culpa de los miedos que me creaste.

Maldito amor, maldito. Pusiste mi voluntad y mis esfuerzos al alcance de cualquiera que lograse atravesar mis escudos. Ahora que no desobedezco al que amo, mi rumbo volteó y se moldeó en función de sus anhelos.

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