Antes de empezar, me gustaría comentar que esta entrada carece de odio hacia ningún determinado sector o estrato social, más bien, puede servir como plantilla u objeto de estudio que permita hacer avanzar a la sociedad y construir así un mundo mejor.
Vayamos al grano. A pesar de que deteste estar horas y horas en la misma posición mirando un punto fijo y enfocando toda mi atención a un limitado espacio... me gusta el cine. Sí, me gusta el cine, disfruto yendo al cine y se me pone la piel de punta y los vellos de gallina cuando presencio una verdadera obra maestra ante mis ojos. Pero claro, ¿es siempre el cine un templo de gozo y disfrute o un maná de sabiduría? La respuesta es no.
Dentro de los numerosos factores que pueden impedir el deleite completo de una pieza cinematográfica o convertir esta en un hórrido infierno, están aquellas personas que, por las numerosas razones que voy a listar a continuación, deberían tener prohibida la entrada a cualquier cine, teatro o cualquier lugar donde haya que prestar un mínimo de atención a lo que es expuesto y/o proyectado (y ya de paso, si les denegaran el derecho al voto a algunos, quizá este país empiece a funcionar democráticamente de una vez por todas):
- Niños
Empezamos fuerte. No, no me refiero a todos los niños y niñas en general, sino a aquellos que no han sido educados por sus padres para actuar y comportarse correctamente en los cines. ¡Niño, para dar por culo lo das en tu casa, que he pagado mi entrada y quiero ver la película! También incluyo a aquellos que no cumplen las recomendaciones de edad. Sé que es una recomendación pero pongámonos serios, si entran en películas las cuales no entenderán ni los créditos, ¿para que van al cine? Padres del mundo, eduquen a sus niños, y si no saben, comprad una tortuga, que eso de dejar descendencias por el mundo está muy anticuado.
- Señoras que gritan
Este es de mis favoritos, aunque en este caso sería más bien una mención "deshonorable". Si bien gritan en cada susto que aparece en una película de terror (y con gritar me refiero a gritar, no os vayáis a creer que me quejo por quejarme), también suspiran en los dramas y se sobrecogen en las escenas de suspense e intriga. Que tampoco está mal, al cine se va a disfrutar y a sentir diversas emociones, pero por favor, señora, que esto no es una telenovela mexicana.
- Parejas que comentan la película
Esto tiene fácil arreglo; os calláis vuestra p*** bocaza y comentáis la película una vez estéis en vuestra casa. Muy simple, ¿verdad? Y si estáis taaaaaaan enamorados, vuestro sitio no es el cine, es en el asiento trasero del coche en el descampado más oscuro del barrio.
- Gente que come en el cine
No me voy a preocupar en decir nada sobre estos porque sé que arderán eternamente en el infierno. Se lo tienen merecido. Y ojo, también incluyo las palomitas.
- Los que llegan tarde y hacen ruido buscando su asiento
¿Por qué no? Siempre es buena idea encender el fogonazo de linterna del iPhone en mitad del cine para cegar a todos los que llevan ya cinco, diez, veinte o incluso cuarenta minutos viendo la peli (basado en hechos reales). Y todo para dejar en evidencia que cuando enseñaron a contar en el colegio faltaron a clase.
- Los limpiadores que meten prisa antes de que termine la escena después de los créditos
¡He pagado la entrada para ver la película completa! ¡Así que no me levantaré hasta que vea el nombre de todos los maquilladores y productores! ¡Hasta el del apuntador si hace falta!
Seguramente me deje algunos, total, siempre habrá alguien en cada esquina, al acecho, esperando a que entres al cine para poder arruinarte la película. Desde aquí les digo... ¡QUE OS JODAN!
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