Refrescante, lúcido, sorprendente, apañado, caracolizante, reflexivo, apasionado, contemplativo, pausado, frenético, colifloresco... mi mundo y yo.

Zúhmántico: Se dice de aquella persona, ser o cosa enamorada de la vida, capaz de transformar momentos y situaciones vividas en simples y exiguas palabras y con la habilidad de ver el doble sentido de toda frase, comúnmente conocidos como romanticones.

Actualmente trabajando en esto: Zúh Malheur Bonheur.

Un ser bípedo, gracioso, crítico, osado, amoroso cuando se deja, con un montón de cosas por decir y con un contenido sentido de la austeridad verbal.


31 oct 2018

1999

En 1999 todo cambió. Pasé de ser el niño más fotografiado del mundo a ser simplemente el hermano mayor. Sí, nada más comenzar el año, la cigüeña vino volando con vuelo apresurado para dejarnos su mayor regalo. Recuerdo que fui al hospital a recoger a mi madre el día que le dieron el alta, y nos fuimos a casa, los cuatro. ¡Cuatro!

El año anterior mi madre lo pasó prácticamente embarazada, ya que dio a luz en enero de este año, pero apenas recuerdo su barriga hinchada, pero estoy seguro de que le hice millones de preguntas al respecto. Creo que no fui el único que sufría de náuseas reiteradas. No sé si fue el nacimiento de mi hermana o mis supuestos celos hacia ella por la falta de atención, pero por lo visto, comencé a comportarme de manera inapropiada en el colegio. Es más, al parecer la profesora tuvo que llamar a mi casa en numerosas ocasiones para advertir sobre mi comportamiento. Dejémoslo ahí, eran rachas. Es más, por lo visto también empecé a comportarme como un grano en el culo en casa. Siempre que veía que le prestaban atención a mi hermana, yo pedía cosas, sobre todo un yogur de la nevera o que me pusiesen una película en el VHS, con la atención de ocupar el foco de atención durante un breve periodo de tiempo. Todo en vano, el pequeño bebé siempre estaba en el spotlight. Un día, por lo visto, estábamos los tres en la cama, y mi madre tuvo que ir al cuarto de baño un segundo para coger algo. Cuando volvió, la niña estaba en el suelo llorando. Lo prometo, se tiró ella sola, yo no tuve nada que ver en ese accidente. Es más, seguro que lo hizo queriendo para echarme todas las culpas. Malvada. Mi madre no trabajaba por entonces, se dedicaba íntegramente al cuidado de sus hijos. Si ya cuidar de uno podía resultarle tedioso (a pesar de que yo era un angelito), ¿cuidar de dos? Puff... no creo que fuese una tarea fácil.

Recuerdo que uno de mis juguetes favoritos por aquel entonces era una figura de Buzz Lightyear que me regalaron, no sé exactamente cuándo. También me regalaron al Sheriff Woody, pero ese no me gustaba tanto, no emitía tantos sonidos como el primero. Comía en casa de mi abuela muchas veces, y era ella quien me llevaba al colegio, para no tener que sacar a mi hermana de la cama. Lo bueno es que al ser ella quien me recogía al salir, solía llevarme al kiosko a comprar chuches y gusanitos. Ese mismo año murió mi bisabuelo, Perla, el 19 de marzo. Me caía bien, y por lo visto me quería mucho. Pero sufría de alzheimer, y me daba pellizcos, y le decía a la gente que olía mal. Solía comer arroz con tomate con él. Tengo fotos con él, quedarán para el recuerdo. Solía decir que estaba orgulloso de su bisnieto. También me quería mucho mi bisabuela, e iba prácticamente todas las tardes a su casa a jugar en el patio... solo, o con algún gato que tuviese. Con mi imaginación era suficiente. No tenía muchos amigos (ninguno) aún, pero por lo visto solía ir a casa de una niña llamada Luisa, vivía en el piso de abajo. Aunque volvía enseguida. No me caía bien. Cerraba su cuarto cada vez que yo entraba en su casa. Y no me dejaba tocar nada. En realidad no era mi amiga, pero a veces... me aburría. Solía ir mucho a Sancti Petri, a comer y a jugar, a veces con los amigos de San Fernando, otras con una mujer llamada Mari y su hija. Me gustaba Sancti Petri por mi fascinación por los barcos antiguos. Había un desguace de barcos en la parte trasera de uno de los bares y me encantaba jugar allí, aunque este lugar cobró más protagonismo algo más tarde en mi vida. Ya os lo contaré cuando llegue el momento.

Para terminar solo quiero decir que en las navidades de ese mismo año, si mis cálculos no fallan, conocí a la que sería mi fiel y más adorada amiga hasta el día de hoy... mi querida Playstation.

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