¿Habéis leído Othello? En realidad no me importa, me da igual que os hayáis leído o no esa gran obra de Shakespeare, allá vosotros con vuestra conciencia.
¿Veis? Si ahora no os han entrado ganas de leerlo, será simplemente para contradecir estas palabras que estoy escribiendo. Ahí es donde quiero llegar; Iago no es el protagonista principal de la obra, pero realmente tiene una influencia cien veces mayor que el propio moro.
Tener claro un objetivo, venganza en este caso, plantear cuidadosamente una estrategia cubriendo todos los huecos, realizarlo y conseguirlo de manera exitosa, y aunque el éxito te conduzca a la muerte, estar satisfecho de que has construido tu propia tumba con los pilares de tu objetivo logrado, morir por cumplir tu sueño, eso es lo que caracteriza a la astucia de este personaje.
El actor de la foto es Kenneth Branagh, creo que es el más adecuado para colocar aquí, pero lo que realmente me fascina es el personaje en sí, su esencia, no el que lo interpreta.
Y yo me pregunto... ¿me hace ser igual el hecho de admirar una mente tan bellaca, vil y perturbada?
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